Bodas De Oro Promoción XXXI – Los Suboficiales del Recuerdo

La Escuela de Suboficiales, es conocida por muchos como un Instituto de formación militar. Sin embargo, para algunos, esta Escuela es considerada un hogar en la cual se forjaron amistades y lazos de respeto entre aquellos que eligieron una forma de vida.

El 14 de Octubre del presente año, un grupo de hombres se reunió en su “Casa de Estudios” para recordar que hace cincuenta años ellos comenzaban a transitar un camino trascendental y significativo.

La Plaza de Armas “General Manuel Belgrano” se vistió de gala para celebrar las Bodas de Oro de la Promoción XXXI. El acto comenzó en horas  de la mañana presidida por el Señor Director del Instituto Com. Renato Daniel CABRERA acompañado por el señor Subdirector Com. Julio Gerardo LUCERO, Señores jefes de Grupo, Suboficial de Unidad Suboficial Mayor David Fonseca, Personal Militar Superior y Subalterno, Personal civil y Docente civil, familiares de los integrantes de la trigésima primera promoción, invitados especiales y público en general.

La Banda Militar de Música “Suboficial Mayor Juan Vulcano” ejecutó los acordes del Himno Nacional Argentino y el Capellán Castrense, Presbítero Favio Gustavo Cayo pronunció una oración en acción de Gracia, pidiendo al Altísimo y a la Virgen de Loreto, patrona de Nuestra Fuerza Aérea, la Protección y Bendición de los integrantes de esta promoción. En la continuidad de este acontecimiento, el Ayudante del Señor Director dio lectura a la Orden del Día que declara “Huéspedes de Honor” a la Promoción XXXI, la cual fue entregada al presidente de la Promoción, Suboficial Mayor “VGM” Víctor Palma.

Con los primeros versos del poema “En Paz” de Amado Nervo, el Suboficial Mayor “VGM” Luis Roberto Agüero Ferreira emocionó a todos los presentes con las siguientes palabras:

“….Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,

porque nunca me diste ni esperanza fallida,

ni trabajos injustos, ni pena inmerecida…

…febrero de 1966 cuando, provenientes de los cuatro puntos cardinales de nuestro extenso país, llegábamos con pocos años de vida y muchos sueños a un mundo nuevo, desconocido, pleno de rigideces reglamentarias, horarios estrictosy órdenes inapelables.La consigna DIOS, PATRIA Y HOGAR, comenzó a formar parte de nuestro ser, así como también lo fue el concepto de espíritu de equipo, forjado en los durísimos días transcurridos en las clases de instrucción militar. Vivíamos en la época en la que tenía plena vigencia el dicho “los hombres no lloran” aseveración que no era verdad, síllorábamospienso quellorábamos de cansancio, también de nostalgia, porque extrañábamos a nuestras familias, tal vez a alguna noviecita, pero sobre todo, porque ese mundo nuevo nos intimidaba, por ser tan distinto al de nuestra infancia y primera adolescencia

Finalizando el discurso dijo: “…y termino estas palabras citando nuevamente al poeta.

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;

Más no me prometiste tan solo noches buenas;

Y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi rostro.

¡VIDA, NADA ME DEBES! ¡VIDA, ESTAMOS EN PAZ!….”

En un clima de respeto, el Señor Director junto al Suboficial de Unidad y  miembros de la Promoción XXXI llevaron a cabo el descubrimiento de una placa conmemorativa y la colocación de unaofrenda floral al pie del mástil de la Plaza de Armas. Luego se ejecutó el Silencio Militar en homenaje a los integrantes fallecidos de esta promoción.

Esta Ceremonia de Aniversario finalizó con el desfile de los efectivos, al ritmo de la Marcha Alas Argentinas y de la Marcha Malvinas. Más tarde la Promoción XXXI fue agasajada en el Casino de Aspirantes con un ameno y cálido ágape en el que finalizaron el día entre risas y recuerdos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *